Por arte islámico se conoce el estilo artístico desarrollado en la cultura generada por la religión islámica.
El arte islámico tiene una cierta unidad estilística, debido al desplazamiento de los artistas, comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la geometría y a la decoración que podía ser de tres tipos:
- Caligráfica: mediante versículos del Corán.
- Lacería: mediante líneas entrelazadas formando estrellas o polígonos.
- Ataurique: mediante dibujos vegetales.
En arquitectura, crearon edificios con funciones específicas tales como mezquitas y madrasas, siguiendo el mismo patrón básico, aunque con diferentes formas. Prácticamente no hay arte de la escultura pero las realizaciones de objetos de metal, marfil o de cerámica, alcanzan con frecuencia una alta perfección técnica. Existe también una pintura y una iluminación en los libros sagrados y profanos.
Para designarlo también se aplica incorrectamente el término arte árabe. Este error procede de una inexacta utilización de su significado puesto que de las dos acepciones del término árabe, una es étnica, y por lo tanto aplicable a los naturales de Arabia, mientras que la otra es lingüística, estando en relación con aquellos que hablan la lengua árabe. El arte musulmán o arte islámico de la Península Ibérica recibe la denominación de arte hispanomusulmán.
El arte omeya
Bajo los Omeyas, la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos y diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila, se convierte en un plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más sagrado de la ciudad de Damasco - en el antiguo templo de Júpiter y en el lugar donde estuvo la Basílica de San Juan Bautista - de la Gran Mezquita de los Omeyas. El edificio fue un importante hito para que los constructores (y los historiadores del arte) situaran allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes trabajos de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco antes, con el primer proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.
La Cúpula de la Roca en Jerusalén es, sin duda, uno de los edificios más importantes de toda la arquitectura islámica, caracterizado por una fuerte influencia bizantina ( mosaicos con fondo de oro, plano centrado que recuerda el del Santo Sepulcro ), pero que ya tiene elementos puramente islámicos, como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán. Su modelo no se propagó, y el que Oleg Grabar considera como el primer monumento que fue una gran creación estética del Islam, quedó sin posteridad.
El arte Abbasida
Con el desplazamiento de los centros de poder hacia el este, dos ciudades que serían sucesivamente capitales del Califato cobraron gran importancia: Bagdad y Samarra en Iraq. La ciudad de Bagdad no ha podido ser excavada porque está cubierta por la ciudad comtemporánea. La conocemos por varias fuentes, que la describen como una ciudad circular en cuyo centro se construyeron grandes mezquitas y palacios. Samarra ha sido objeto de varias excavaciones, especialmente de Ernst Herzfeld y más recientemente de Alastair Northedge. Creada por al-Mutasim, en el año 836, abarca unos treinta kilómetros 2, y tenía además de muchos palacios, dos grandes mezquitas y varios cuarteles. Abandonada definitivamente a la muerte de al-Mutamid en el año 892 nos ofrece un hito cronológico fiable.
Samarra nos ha proporcionado una gran cantidad de mobiliario, especialmente estuco que servía como decoración arquitectónica y cuyos motivos pueden servir para la datación aproximada de los edificios. El estuco también se encuentra en el arte mobiliario desde el Egipto tulunida hasta Irán, sobre todo acompañando a la madera en la decoración.
La época medieval (siglo IX – siglo XV)
Desde el siglo IX el poder de la dinastía Abbasida es desafiado en las provincias más alejadas del centro de Iraq. La creación de un califato chií rival, el califato de la dinastía Fatimida, seguido del califato de los Omeyas de España, dio cuerpo a esta oposición. También aparecieron pequeñas dinastías de gobernadores autónomos en Irán.
España y el Magreb
La primera dinastía que se instaló a España ( o Al-Ándalus) fue la de los Omeyas de España. Como su nombre indica, este linaje desciende del de los grandes Omeyas de Siria, diezmado en el siglo IX. La dinastía Omeya en España fue sustituida después de su caída por diversos reinos independientes, los Reyes de Taifas (1031 - 1091), pero la producción artística en este período no difiere fundamentalmente tras este cambio político. Al final del siglo XI, dos tribus bereberes tomaron sucesivamente el poder en el Magreb y en España, entonces en plena Reconquista : los almorávides y los almohades del norte de África, que aportaron su influencia magrebí al arte. Sin embargo, los reyes cristianos fueron reconquistando la España islámica, que quedó reducida a la ciudad de Granada en el siglo XIV con la dinastía Nazarí, que consiguió mantenerse hasta el año 1492.
Técnicas del arte islámico
El urbanismo, la arquitectura y su decoración
La Arquitectura adopta muchas formas diferentes en el mundo islámico, a menudo en relación con la religión musulmana: la mezquita es una de ellas, pero la madrasa y los lugares de retiro son también edificios típicos de los países del Islam adaptados a la práctica del culto.
Los tipos de edificios varían mucho según los períodos y las regiones. Antes del siglo XIII, en la cuna del mundo árabe, es decir, en Egipto, en Siria, en Iraq y en Turquía, casi todas las mezquitas siguen el llamado plano árabe, con un gran patio y una sala de oración hipóstila, pero que varían enormemente en su decoración e incluso en sus formas: en el Magreb las mezquitas adoptaron un plano en «T» con naves perpendiculares a la qibla, mientras que en Egipto y Siria las naves son paralelas. Irán tiene sus propias especificidades como el uso del ladrillo y la decoración en estuco y cerámica, el uso de formas particulares a menudo tomadas del arte Sasánida como los Iwan ( porches de entrada abiertos por un gran arco ) y el arco persa. En España, hay más bien un gusto por una arquitectura coloreada con el uso de arcos variados ( de herradura, polilobulados, etc ). En Anatolia, bajo la influencia de la arquitectura bizantina, pero también debido a evoluciones específicas en el plano árabe en esta región, se construyeron las grandes mezquitas otomanas de cúpula singular y desproporcionada. En la India mogol los planos se fueron alejando gradualmente del modelo iraní, destacando mucho en sus edificios la cúpula bulbosa.
El arte y la literatura
Sin embargo, todo el arte islámico no es religioso, y los artistas también utilizaron otras fuentes, entre ellas la literatura. La literatura persa, como el Shahnameh, la epopeya nacional compuesta a principios del siglo X por el poeta persa Ferdowsi, los Cinco Poemas o Jamsa de Nizami en el (siglo XII), es también una fuente importante de inspiración para muchos motivos que se encuentran tanto en el arte del libro como en los objetos (cerámicas, tapices, etc ). Las obras de los poetas místicos Saadi y Djami también han dado lugar a muchas representaciones. El al-Jami tawarikh , o Historia Universal, compuesta por el visir Il-khanide Rashid al-Din a comienzos de siglo XIV ha sido la inspiración de numerosas representaciones en todo el mundo islámico.
La literatura árabe no es la única con representaciones; las fábulas de origen indio Calila y Dimna o el Maqamat de Al-Hariri y otros textos fueron frecuentemente ilustrados en los talleres de Bagdad o Siria.
La literatura científica, como los tratados de astronomía o mecánica también tienen ilustraciones
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