Geología
El terremoto ocurrió en el borde convergente entre la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana. En la región en que tuvo lugar el terremoto las placas convergen a un ritmo de unos 68 mm/año. El terremoto estuvo caracterizado por un mecanismo focal de falla inversa causado por la subducción de la placa de Nazca por debajo de la Sudamericana.
Las costas de Chile tienen una historia de grandes terremotos originados por esta frontera de placas, como el terremoto de Valdivia de 1960, llegando a una magnitud de 9,5 en la escala sismológica de magnitud de momento (conocida erróneamente como escala de Richter). Se estima que la zona de falla que se desplazó en este terremoto tenía una longitud de 640 km de largo, y se encontraba inmediatamente al norte del segmento de 960 km que dio origen al terremoto de 1960.
La zona afectada, entre las ciudades de Constitución y Concepción (aproximadamente entre los 35° y los 37° de latitud Sur), había sido considerada por los expertos como un sector de alta probabilidad de ocurrencia de un sismo de gran magnitud. La zona era denominada como una “laguna sísmica” debido a la ausencia de un terremoto importante desde 1835, aún cuando la frecuencia de estos es cercana a los 60 años; en sectores aledaños, en tanto, la energía acumulada por la subducción de las placas ya había sido liberada por el norte con el terremoto de Santiago de 1985 y por el sur con el de Valdivia de 1960. La “laguna sísmica” generada en la costa del centro-sur de Chile era similar a la situación del extremo norte de Chile y el “Gran terremoto” esperado en dicha zona por décadas.
Durante más de 170 años, la subducción de la placa de Nazca bajo la Sudamericana estuvo retenida sin poder liberar la energía acumulada a través de un evento sísmico. Así, se acumuló una diferencia de hasta 10 metros entre el desplazamiento esperado de las placas y el real. Ante dicha situación, un grupo de sismólogos determinó en 2007 que un terremoto de magnitud entre 8 y 8,5 debía ocurrir “en el futuro cercano”.
Daños y bajas
Una casa destruida por el terremoto.
Las ciudades grandes más devastadas fueron las de Concepción, Curicó, Constitución, Talca, Parral y Rengo. La primera de ellas quedó aislada debido a la destrucción de las principales arterias viales de acceso, al desprendimiento de una brecha del Puente Llacolén y a daños estructurales en el Puente Juan Pablo II. Adicionalmente, el Puente Viejo quedó completamente destruido. Por su parte, las ciudades de Curicó, Talca y Linares, así como la mayor parte de las ciudades y pueblos aledaños (VII y VIII Regiones en general), sufrieron devastadores daños estructurales debido a que las antiguas y centenarias edificaciones de adobe no habían sufrido mayor daño en los anteriores terremotos de Valdivia en 1960 y Santiago en 1985 debido a la distancia relativa entre ambos epicentros.
En Santiago los edificios se sacudieron y algunos se derrumbaron. Dentro de los edificios inutilizados en la capital de Chile, destaca el parcial derrumbe de la Iglesia de la Divina Providencia de la cual se desprendió su campanario, y otros edificios pertenecientes al casco antiguo como el Barrio Brasil. Asimismo monumentos nacionales como el Museo de Arte Contemporáneo, el Mercado Central y el Club Hípico sufriero daños de consideración .Los edificios de menor antiguedad que colapsaron lo hicieron por haber infringido las normas de seguridad antisísmicas impuestas a partir de 1960, dentro de ellos muchos edificios de la Ciudad Empresarial. El terminal de pasajeros del Aeropuerto de Santiago sufrió masivos desprendimientos en sus terminaciones interiores y pasarelas, así como conducciones de aire acondicionado por lo que se clausuró.
La ruta 68 que conecta la ciudad de Valparaíso con Santiago fue cerrada por peligro de derrumbe. El terremoto provocó el colapso de las líneas telefónicas, por lo que era difícil confirmar los daños, junto con un apagón de todo el Sistema Interconectado Central (desde la III a X Regiones). Por consiguiente, los servidores de Internet localizados en Santiago o las ciudades afectadas dejaron de funcionar temporalmente.
La conectivididad vial a nivel nacional se vio grandemente afectada principalmente por la severa ruptura de carreteras y desniveles en entradas a puentes. Entre las estructuras viales afectadas cabe mencionar algunos proyectos de gran envergadura y reciente construcción, como el desprendimiento de un tramo de la Autopista Vespucio Norte, la caída de numerosos cruces y pasarelas peatonales sobre la ruta CH-5, así como la destrucción del puente antiguo sobre el río Claro en la VI Región.
Fuentes oficiales cifraron el día después al desastre en medio millón el número de viviendas destruidas y en al menos otro millón y medio el de dañadas en alguna medida. En su primer mensaje a la población la presidenta Bachelet indicaba que el 80% de la población se había visto afectada en alguna medida por el suceso.
Dos días después del seísmo, la cifra de oficial de víctimas según el gobierno se elevaba hasta 723, calculándose en varias decenas las personas que todavía podían encontrarse atrapadas o fallecidas bajo los edificios afectados. Según informaba la Oficina Nacional de Emergencia, la mayor cantidad de fallecidos se concentraban en la región del Maule, con 544 muertos y cuatro desaparecidos. En la región del Bío Bío la cifra se situaba en 64 víctimas mortales. Por su parte, en el área metropolitana de Santiago se sumaban 38 muertos y cinco desaparecidos y en la región de O'Higgins los fallecidos ascendían a 42 con dos desaparecidos. En Valparaíso, al norte de la capital,había un total de dieciséis víctimas mortales y ocho desaparecidos mientras que en la región de La Araucanía se contaban trece víctimas mortales.
El terremoto ocurrió en el borde convergente entre la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana. En la región en que tuvo lugar el terremoto las placas convergen a un ritmo de unos 68 mm/año. El terremoto estuvo caracterizado por un mecanismo focal de falla inversa causado por la subducción de la placa de Nazca por debajo de la Sudamericana.
Las costas de Chile tienen una historia de grandes terremotos originados por esta frontera de placas, como el terremoto de Valdivia de 1960, llegando a una magnitud de 9,5 en la escala sismológica de magnitud de momento (conocida erróneamente como escala de Richter). Se estima que la zona de falla que se desplazó en este terremoto tenía una longitud de 640 km de largo, y se encontraba inmediatamente al norte del segmento de 960 km que dio origen al terremoto de 1960.
La zona afectada, entre las ciudades de Constitución y Concepción (aproximadamente entre los 35° y los 37° de latitud Sur), había sido considerada por los expertos como un sector de alta probabilidad de ocurrencia de un sismo de gran magnitud. La zona era denominada como una “laguna sísmica” debido a la ausencia de un terremoto importante desde 1835, aún cuando la frecuencia de estos es cercana a los 60 años; en sectores aledaños, en tanto, la energía acumulada por la subducción de las placas ya había sido liberada por el norte con el terremoto de Santiago de 1985 y por el sur con el de Valdivia de 1960. La “laguna sísmica” generada en la costa del centro-sur de Chile era similar a la situación del extremo norte de Chile y el “Gran terremoto” esperado en dicha zona por décadas.
Durante más de 170 años, la subducción de la placa de Nazca bajo la Sudamericana estuvo retenida sin poder liberar la energía acumulada a través de un evento sísmico. Así, se acumuló una diferencia de hasta 10 metros entre el desplazamiento esperado de las placas y el real. Ante dicha situación, un grupo de sismólogos determinó en 2007 que un terremoto de magnitud entre 8 y 8,5 debía ocurrir “en el futuro cercano”.
Intensidad
Daños y bajas
Una casa destruida por el terremoto.
Las ciudades grandes más devastadas fueron las de Concepción, Curicó, Constitución, Talca, Parral y Rengo. La primera de ellas quedó aislada debido a la destrucción de las principales arterias viales de acceso, al desprendimiento de una brecha del Puente Llacolén y a daños estructurales en el Puente Juan Pablo II. Adicionalmente, el Puente Viejo quedó completamente destruido. Por su parte, las ciudades de Curicó, Talca y Linares, así como la mayor parte de las ciudades y pueblos aledaños (VII y VIII Regiones en general), sufrieron devastadores daños estructurales debido a que las antiguas y centenarias edificaciones de adobe no habían sufrido mayor daño en los anteriores terremotos de Valdivia en 1960 y Santiago en 1985 debido a la distancia relativa entre ambos epicentros.
En Santiago los edificios se sacudieron y algunos se derrumbaron. Dentro de los edificios inutilizados en la capital de Chile, destaca el parcial derrumbe de la Iglesia de la Divina Providencia de la cual se desprendió su campanario, y otros edificios pertenecientes al casco antiguo como el Barrio Brasil. Asimismo monumentos nacionales como el Museo de Arte Contemporáneo, el Mercado Central y el Club Hípico sufriero daños de consideración .Los edificios de menor antiguedad que colapsaron lo hicieron por haber infringido las normas de seguridad antisísmicas impuestas a partir de 1960, dentro de ellos muchos edificios de la Ciudad Empresarial. El terminal de pasajeros del Aeropuerto de Santiago sufrió masivos desprendimientos en sus terminaciones interiores y pasarelas, así como conducciones de aire acondicionado por lo que se clausuró.
La ruta 68 que conecta la ciudad de Valparaíso con Santiago fue cerrada por peligro de derrumbe. El terremoto provocó el colapso de las líneas telefónicas, por lo que era difícil confirmar los daños, junto con un apagón de todo el Sistema Interconectado Central (desde la III a X Regiones). Por consiguiente, los servidores de Internet localizados en Santiago o las ciudades afectadas dejaron de funcionar temporalmente.
La conectivididad vial a nivel nacional se vio grandemente afectada principalmente por la severa ruptura de carreteras y desniveles en entradas a puentes. Entre las estructuras viales afectadas cabe mencionar algunos proyectos de gran envergadura y reciente construcción, como el desprendimiento de un tramo de la Autopista Vespucio Norte, la caída de numerosos cruces y pasarelas peatonales sobre la ruta CH-5, así como la destrucción del puente antiguo sobre el río Claro en la VI Región.
Fuentes oficiales cifraron el día después al desastre en medio millón el número de viviendas destruidas y en al menos otro millón y medio el de dañadas en alguna medida. En su primer mensaje a la población la presidenta Bachelet indicaba que el 80% de la población se había visto afectada en alguna medida por el suceso.
Dos días después del seísmo, la cifra de oficial de víctimas según el gobierno se elevaba hasta 723, calculándose en varias decenas las personas que todavía podían encontrarse atrapadas o fallecidas bajo los edificios afectados. Según informaba la Oficina Nacional de Emergencia, la mayor cantidad de fallecidos se concentraban en la región del Maule, con 544 muertos y cuatro desaparecidos. En la región del Bío Bío la cifra se situaba en 64 víctimas mortales. Por su parte, en el área metropolitana de Santiago se sumaban 38 muertos y cinco desaparecidos y en la región de O'Higgins los fallecidos ascendían a 42 con dos desaparecidos. En Valparaíso, al norte de la capital,había un total de dieciséis víctimas mortales y ocho desaparecidos mientras que en la región de La Araucanía se contaban trece víctimas mortales.
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